Los tratamientos de reabsorciones son complicados, a veces confusos y en ocasiones no tenemos clara su procedencia y su etiología, sobre todo cuando hay comunicación pulpar-periodontal. Es interesante aquí plantearse la etiología de esta lesión para saber la manera más adecuada de tratarla. Las células encargadas de producir reabsorción radicular interna son las denominadas odontoclastos, células mesenquimales de la pulpa que se diferencian en multinucleadas con una morfología similar a los osteoclastos, aunque de un tamaño inferior. Ante una injuria pulpar (trauma, caries, problemas periodontales, trauma oclusal, blanqueamientos, etc) ocurre una pérdida de la capa de predentina, señal que estimula la diferenciación de dentinoblastos que proceden a reabsorber la dentina expuesta no cubierta por dicha predentina. Como la reabsorción es provocada por células pulpares, conviene reseñar que en las reabsorciones internas tenemos siempre tejido pulpar VITAL, y por tanto con un tratamiento de conductos que elimine la pulpa, detendremos el problema.
En este caso el diente 2.1. presentaba una reabsorción interna extensa, en el tercio medio, pero también una periodontitis apical que fue corroborada con una vitalidad negativa. Cómo es posible esto si hemos comentado que es necesario tejido pulpar vital para producir la reabsorción interna?. Evidentemente son dos problemas diferentes, secuenciados en el tiempo. La paciente tuvo antecedente de trauma importante en los incisivos (su hijo pequeño le dió un cabezazo), esto conllevó cierta inflamación pulpar y se activó la cascada de reabsorción. En cierto momento, la pulpa claudicó y necrosó, produciéndose con el tiempo la periodontitis apical. Es probable que la reabsorción interna se encuentre detenida y que no avanzara más de ahí, aunque estuviera próxima a perforar la raíz, probablemente ya no exista ese riesgo.
El tratamiento de conductos se realizó en una sesión, encontrando un ápice abierto importante. Se realizó una instrumentación mínima con una Mtwo 25/06 y copiosa irrigación, siendo activada con ultrasonidos y posteriormente utilización de presión negativa para conseguir llevar el irrigante con seguridad a LT. Se realizó un tapón apical con MTA y se inyectó gutapercha fluída para conseguir un adecuado relleno tridimensional de la reabsorción.